Como el Presidente de Venezuela no disimula su propósito de injerencia política en otras naciones, en busca de unirlas en su proyecto de Confederación (o República) Socialista Bolivariana, la cerrada defensa de su gestión por ciertos parlamentarios chilenos lleva a preguntarse si no estamos ante una cabeza de puente de esa iniciativa en nuestro territorio.
Ante la interrupción, por decisión de Chávez, de las transmisiones de RCTV de Caracas, en el Senado chileno se votó un acuerdo para hacer ver la preocupación de esa rama del Congreso. Lo apoyaron representantes de todos los partidos de la Concertación —los senadores Naranjo (PS), Muñoz Barra (PPD), Vásquez (PRSD) y Sabag (DC)—, además de todos los de la Alianza. Pero los senadores Ávila (ex PPD) y Navarro (PS) se restaron del acuerdo, y el segundo protagonizó un ácido debate con su correligionario Naranjo. La proximidad de Navarro con Chávez se ha hecho patente en diversas oportunidades, la más notoria de las cuales fue su visita a la VIII Región, que representa, en compañía de la embajadora venezolana, María de Lourdes Urbaneja, en el curso de la cual —según versiones de prensa no desmentidas— se distribuyó un millón de dólares en frazadas y remedios. Y en un programa de televisión, el pasado martes 21, fue explícito: “Hemos recibido ayuda para mi región, para los damnificados, para los inundados, con rapidez y eficiencia. Como este tipo de ayuda está en la Constitución Bolivariana de Venezuela (artículo 152), esperamos que no sea la última vez que Venezuela y el Presidente Chávez tengan mucha integración con Chile”. Precisó haber pedido esa ayuda “a través del Vicepresidente Rangel, casado con chilena y gran amigo del PS”, y añadió: “Lo vamos a hacer cada vez que podamos, porque la integración latinoamericana es parte del proyecto bolivariano”.
Navarro alcanza altos niveles de popularidad en dicha región, y en algún momento pareció tener ambiciones presidenciales. Ha tendido lazos hacia el comunismo y el resto de la izquierda extraparlamentaria, donde es bien mirado, lo cual lo puso en pugna con el presidente de su colectividad, el senador Escalona, cuyo compromiso con las aspiraciones presidenciales de José Miguel Insulza es conocido. Pero, algo después, Navarro anunció que no aspira a ser candidato en 2009.
Dado que ha quedado en evidencia en Argentina la internación clandestina de una maleta llena de dólares en una aeronave venezolana, preocupa la posibilidad de que a la injerencia política abierta de Chávez se sume también una económica —significativa a la hora de influir en la voluntad popular—, en pro de replicar acá el poco democrático modelo de socialismo bolivariano.
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